4 DE FEBRERO
Mañana 4 de febrero de 2014, se cumplen veintidós años de la acción traicionera de un grupo de militares acompañados de civiles que tenían tiempo esperando una oportunidad para adueñarse del poder. En esos días salieron a relucir las ambiciones por el poder que tenían algunos desde los años cuarenta, otros que fracasaron en los sesenta cuando fueron derrotados por las fuerzas democráticas también sacaron sus uñas y lo más dañino, que personajes considerados elementos fundacionales de la democracia venezolana también se plegaron a los felones. En esos elementos privaron los deseos de revancha y venganza, con ellos arrastraron muchos personajes ligados a los empresarios, entidades financieras y medios de comunicación venezolanos, constituyendo una atmósfera hostil a los partidos políticos y por ende, a la democracia venezolana.
El 4 de febrero de 1992, los militares alzados contra un gobierno constitucional y legítimo le dieron un certero disparo al proceso democrático que tanta sangre y vidas le habían costado –para ese momento- a Venezuela. Esta cuenta hoy día continúa en ascenso. Hace 22 años, comenzó el quiebre de la evolución democrática en el país que tenía las mayores posibilidades de crecimiento en América Latina. En ese año Venezuela fue inoculada por el virus del resentimiento, de la venganza, la ineptitud, la irresponsabilidad y lo más grave, con el virus de la traición a la Patria.
Hoy, Venezuela vive la crisis más terrible de su historia republicana. El país no sólo está en la ruina económica sino en la ruina constitucional, no hay separación de los Poderes Públicos, estos están sojuzgados por el Ejecutivo, manejado éste por un grupito militar-cívico, situación que ha devenido en una autocracia en desarrollo. El Estado de Derecho no existe, priva la impunidad con la subsiguiente inseguridad jurídica y ciudadana. En el país no hay la producción de alimentos suficiente, obligación primaria de todo gobierno, son importados en un alto porcentaje, lo cual ha generado desabastecimiento, especulación y escasez. En este febrero de 2014, el gobierno ejecuta un feroz ataque contra la prensa escrita, cuyo objetivo principal es ocultar los graves problemas de inseguridad, financieros, inflacionarios y en general, sociales que cada vez se hacen más evidentes en Venezuela.
Carlos Solórzano Ovalles
Febrero de 2014